Tercera entrada de nuestro blog escrita por Mohamed Ben Slama, un joven y prometedor profesor universitario que enseña en la Universidad de Moknine. ¡Disfrutadla!
¿Qué relación hay o puede haber entre el hispanismo y la dignidad? ¿Qué vínculo los puede unir? ¿Hay un hispanismo digno y otro indigno? Va a ser que sí. Hay una relación muy estrecha entre hispanismo y dignidad. Cuando hablo del hispanismo, me refiero al hispanismo tunecino representado en gran parte por la ATPEE cuya proyección, bajo mi punto de vista, la involucra directamente en esta cuestión y la lleva a ser el punto de unión entre el hispanismo y la dignidad. Su tendencia a fomentar la investigación – por eso se ha creado un área de investigación- la lleva a emprender la labor de facilitar a los hispanistas (en este caso los tunecinos) la ardua tarea de investigar y de aportar cosas nuevas al mundo de la lengua de Cervantes. He dicho ardua tarea porque lo es realmente, porque los obstáculos puestos, voluntaria o involuntariamente, intencionada o intencionadamente, en el camino del hispanista-investigador tunecino son enormes: barreras infranqueables para unos y callejones sin salida para otros. Solo una minoría privilegiada –por méritos propios o impropios- puede presumir de haber llegado muy lejos en el mundo de la investigación. Mientras que el pueblo llano, eso es, la mayoría excluida del círculo de los privilegiados, tiene que luchar contra todos los obstáculos y contratiempos posibles: favoritismo, corrupción, escasez de fuentes bibliográficas, falta de becas, de subvenciones… Todo eso hace que la situación del hispanismo en Túnez, como el país mismo, se encuentre en un punto muerto, debido a los fallos del sistema educativo y político del antiguo régimen. Sin embargo, no todo puede ser achacado al sistema y a los peones del sistema. No hay que olvidarse de la parte española que está complicando aún más esta situación y, lejos de extender la mano a nuestros hispanistas, les pone más difícil la cosa; como si quisiera entrar en competencia con los verdugos nacionales, a ver quién reprime más. En efecto, desde la revolución del 14 de enero, y a pesar de la histórica visita de Zapatero a Túnez, España se alejó de nosotros: para el hispanista, la obtención del visado español se ha convertido, incomprensiblemente, en una tarea difícil y, a veces, en una misión imposible. ¿Acaso España nos está castigando por haber puesto fin a un régimen dictatorial que nos asfixiaba y nos anulaba como personas? Parece que sí. Yo no veo otra explicación; si no, ¿a qué viene este trato hostil hacia nuestros hispanistas?
España, por ser el máximo representante del hispanismo en Túnez, se beneficia de la labor de nuestros investigadores, por eso, tiene que colaborar con ellos y abrirles sus puertas de par en par. De lo contrario, estaría poniendo pegas contra sus propios intereses, eso es, tirar piedras contra su propio tejado. Lamentablemente, esta actitud hará que la mayoría de los investigadores se echen para atrás y renuncien a sus proyectos. España tiene que tratar al hispanista tunecino como se merece, mirándole a los ojos, no por encima de los hombros. Queremos a España y queremos que España nos quiera. De allí viene esta apuesta por un hispanismo digno, por un hispanismo justo en el que todas las partes se encuentren en igualdad de condiciones, en el que todos nos tratemos de tú a tú, donde todos actuemos como protagonistas. Por eso, es urgente reconciliar el hispanismo con la dignidad, por el bien de todos; porque sin dignidad no hay hispanismo que valga. Para algo tiene que servir nuestra revolución, para que el tunecino y, desde luego, el hispanista se encuentre por fin con su dignidad. Para el hispanista tunecino, viajar a España tiene que ser tan fácil como viajar en su propio país: no tiene por qué presentar un certificado de trabajo cada vez que pide el visado, ni tiene que presentar las tres últimas nóminas, ni necesita hacer una reserva o presentar una invitación para obtener un visado de 10 o de 15 días (ya no dan un visado de un año renovable como antes) después de haber esperado dos semanas. Es inadmisible que un profesor de español se vea obligado a presentarse en la embajada española de Túnez al día siguiente de su vuelta de España para informar de su regreso. Un trato así, antes que ser un insulto hacia la persona, es un insulto hacia el hispanismo y un paso atrás hacia su promoción, porque, seguramente, este tipo de actitudes, lejos de consolidar la investigación, le pararán los pies.
HISPANISMO Y DIGNIDAD por Mohamed Ben Slama
¿Qué relación hay o puede haber entre el hispanismo y la dignidad? ¿Qué vínculo los puede unir? ¿Hay un hispanismo digno y otro indigno? Va a ser que sí. Hay una relación muy estrecha entre hispanismo y dignidad. Cuando hablo del hispanismo, me refiero al hispanismo tunecino representado en gran parte por la ATPEE cuya proyección, bajo mi punto de vista, la involucra directamente en esta cuestión y la lleva a ser el punto de unión entre el hispanismo y la dignidad. Su tendencia a fomentar la investigación – por eso se ha creado un área de investigación- la lleva a emprender la labor de facilitar a los hispanistas (en este caso los tunecinos) la ardua tarea de investigar y de aportar cosas nuevas al mundo de la lengua de Cervantes. He dicho ardua tarea porque lo es realmente, porque los obstáculos puestos, voluntaria o involuntariamente, intencionada o intencionadamente, en el camino del hispanista-investigador tunecino son enormes: barreras infranqueables para unos y callejones sin salida para otros. Solo una minoría privilegiada –por méritos propios o impropios- puede presumir de haber llegado muy lejos en el mundo de la investigación. Mientras que el pueblo llano, eso es, la mayoría excluida del círculo de los privilegiados, tiene que luchar contra todos los obstáculos y contratiempos posibles: favoritismo, corrupción, escasez de fuentes bibliográficas, falta de becas, de subvenciones… Todo eso hace que la situación del hispanismo en Túnez, como el país mismo, se encuentre en un punto muerto, debido a los fallos del sistema educativo y político del antiguo régimen. Sin embargo, no todo puede ser achacado al sistema y a los peones del sistema. No hay que olvidarse de la parte española que está complicando aún más esta situación y, lejos de extender la mano a nuestros hispanistas, les pone más difícil la cosa; como si quisiera entrar en competencia con los verdugos nacionales, a ver quién reprime más. En efecto, desde la revolución del 14 de enero, y a pesar de la histórica visita de Zapatero a Túnez, España se alejó de nosotros: para el hispanista, la obtención del visado español se ha convertido, incomprensiblemente, en una tarea difícil y, a veces, en una misión imposible. ¿Acaso España nos está castigando por haber puesto fin a un régimen dictatorial que nos asfixiaba y nos anulaba como personas? Parece que sí. Yo no veo otra explicación; si no, ¿a qué viene este trato hostil hacia nuestros hispanistas?
España, por ser el máximo representante del hispanismo en Túnez, se beneficia de la labor de nuestros investigadores, por eso, tiene que colaborar con ellos y abrirles sus puertas de par en par. De lo contrario, estaría poniendo pegas contra sus propios intereses, eso es, tirar piedras contra su propio tejado. Lamentablemente, esta actitud hará que la mayoría de los investigadores se echen para atrás y renuncien a sus proyectos. España tiene que tratar al hispanista tunecino como se merece, mirándole a los ojos, no por encima de los hombros. Queremos a España y queremos que España nos quiera. De allí viene esta apuesta por un hispanismo digno, por un hispanismo justo en el que todas las partes se encuentren en igualdad de condiciones, en el que todos nos tratemos de tú a tú, donde todos actuemos como protagonistas. Por eso, es urgente reconciliar el hispanismo con la dignidad, por el bien de todos; porque sin dignidad no hay hispanismo que valga. Para algo tiene que servir nuestra revolución, para que el tunecino y, desde luego, el hispanista se encuentre por fin con su dignidad. Para el hispanista tunecino, viajar a España tiene que ser tan fácil como viajar en su propio país: no tiene por qué presentar un certificado de trabajo cada vez que pide el visado, ni tiene que presentar las tres últimas nóminas, ni necesita hacer una reserva o presentar una invitación para obtener un visado de 10 o de 15 días (ya no dan un visado de un año renovable como antes) después de haber esperado dos semanas. Es inadmisible que un profesor de español se vea obligado a presentarse en la embajada española de Túnez al día siguiente de su vuelta de España para informar de su regreso. Un trato así, antes que ser un insulto hacia la persona, es un insulto hacia el hispanismo y un paso atrás hacia su promoción, porque, seguramente, este tipo de actitudes, lejos de consolidar la investigación, le pararán los pies.
Querido compañero: agradezco enormemente el esfuerzo y la aportación del hispanismo tunecino y apoyo tu afirmación ya que, encontrándome en situación paralela a la inversa, es decir, española arabista, siempre me he beneficiado de becas y ayudas por parte de los dos países hermanos, España y Túnez, moviéndome con total libertad y viajando de un país a otro sin ningún obstáculo, llegando a ser Túnez y su gente, mi segunda casa y familia. Por tanto ¿por qué no puede suceder lo mismo en la otra dirección?
ResponderEliminarMohamed, estoy totalmente de acuerdo con tu menuda apuesta que personalmente calificaría de un “j’accuse” en este caso no del gigante Zola sino por parte de los que designas “el pueblo llano”.
ResponderEliminarDe hecho, el determinismo sustancial de ésta mayoría en su labor de investigación (me refiero tanto a los estudiantes como a los profes) en la lengua de Cervantes, no solo proporciona al habla una verdadera dimensión de universalización y de emancipación cada vez más amplia y autentica sino también mas allá de sus derivaciones didácticas, culturales y trascendentes. Así que siendo enamorados cegados y fieles a España y su idioma, con ardor pero sin temor, por encima de todo y/o aunque desde la limitada perspectiva del hombre moderno somos merecedores de respeto!
De ahí se plantea el desafío, a negar o aceptar al precio justo y cabal, para que no se acabe nuestro hispanismo con una desilusión a la altura de los sueños.
Bien dicho Mohamed, lo que está pasando es intolerable, están frenando los anhelos de los jóvenes investigadores, cosa a la que no nos acostumbramos de la parte este país tan querido, país cuya lengua y cultura hemos elegido como carrera nuestra, es muy desesperante hay que tener una cierta explicación lógica (si tienen miedo de la emigración clandestina, este tipo de emigración no provendría de los profesores que son conscientes que sus carreras en Túnez es mejor que lo seria en España sobre todo en este período crítico de crisis mundial, podemos visitar a España tantas veces que queremos para nuestras investigaciones, pero nuestra carrera en Túnez es mejor y especialmente ahora después del 14 de enero; tenemos mucho que hacer en nuestra Túnez….
ResponderEliminarPor fin ojala esta situación sea periódica y nuestra relación con este país y esta cultura tan querida no encontrará ni si quiera un polvo de discordancia.
qué pena!!
ResponderEliminarEstimado amigo y compañero Mohamed, has hecho bien en poner el dedo en la llaga. En efecto, como tú bien dices, algunos hispanistas tunecinos han llegado “por méritos propios” y otros “impropios”.
ResponderEliminarSin embargo, a nadie le ha de asombrar —y menos a nuestros jóvenes estudiantes— lo que sucede en nuestra casa, ya que no es más que un fiel reflejo de lo que ocurría en el país bajo la dictadura de Ben Ali. En efecto, a sabiendas de todo el pueblo, la corrupción, cual un tumor maligno, se expandía por todo el organismo social incontrolada y victoriosamente, como Pedro por su casa. Partió del vértice hacia la base alterando la función regular de los órganos de dicho organismo y debilitando su sistema inmunológico.
No cabe duda de que la culpa la tenemos todos los hispanistas, sin excepción, del mismo modo que la teníamos todos los ciudadanos adultos respecto al régimen de Ben Ali. A mediados de los años noventa, cuál sería nuestra decepción al descubrir que راس القرطلة خامج (La cepa resultó ser mala, ¡ay del racimo que nos esperaba!) Por tanto, no hicimos otra cosa que salir de Guatemala –Bourguiba- y entrar en Guatepeor –Ben Ali.
Pero ¿cómo reaccionamos ante esta calamidad de la que acabábamos de percatarnos? La mitad de la población empezó a alimentarse y a crecer en la podredumbre; la otra mitad, por miedo, se sumió en un mutismo prolongado, que, hay que reconocerlo, no es más que una forma de complicidad indirecta. Y cada cual de nosotros sabe a qué mitad pertenecía.
La corrupción partió desde el expresidente Zine El Abidine y su “querida” esposa Leyla, hacia sendos familiares, y, luego, fue propagándose hasta los confines de la sociedad tunecina alcanzando al taxista y al ujier, pasando por el policía, el político, el juez, el funcionario, el empresario, el docente, el periodista, el artista y el hombre de cultura.
Por ello, ahora le incumpe a cada órgano idear sus propias terapias para neutralizar los efectos nefastos de las células infectadas que conlleve. No obstante, cabe advertirles de antemano que, del mismo modo que los virus informáticos durmientes, algunas células malignas, apenas comienza el tratamiento, entran en letargo induciendo a error al paciente. Pero cuando el medio vuelve a ser favorable, se reactivan de súbito y con mayor virulencia que antes.
Mohamed DOGGUI
Gracias Mohamed por tu post. Estoy de acuerdo contigo en la necesidad de cambiar esta situación intolerable que está viviendo la mayoría de los hispanistas tunecinos, sobre todo los que se dedican a la investigación. Pienso que los hispanistas tunecinos se merecen tener las mismas condiciones de trabajo y de investiagción. No se puede tolerar la existencia de una "minoría privilegiada" que goza de todo tipo de facilidades para la investigación y una mayoría que tiene que vivir una lucha diaria por conseguir un libro. Tenemos que empezar la limpieza por nuestro patio.
ResponderEliminarHola Mohamed ! estoy muy contenta de que eres mi profesor y siempre lo serás , suelo esperar quién habla de la necesidad de promover el hispanismo en Túnez y de expandir esta regia cultura y civilización, velando pues por su éxito y prosperidad y éstos últimos sólo se realizan cuando los investigadores o mejor dicho los estudiantes (futuro investigadores) encuentren la ayuda y la facilidad que les dejen llegar al propósito de ser investigador o sea su -sueño- .Ya para nosotros estudiar en España es como tocar a las estrellas , sabemos que existen pero los vemos desde muy lejos . Lamentablemente la vida es así quién tiene los medios puede llegar y quién no tiene nada muere con sus sueños.
ResponderEliminarSin embargo nunca se puede relacionar la enseñanza, la cultura y la ciencia en general con el significado material . ya estos son las bases de cada sociedad , y para nosotros "los hispanistas" hemos relacionado nuestro destino con esta lengua " La lengua de Cervantes" por amor y no por obligación , por pasión y no por interés y al fin nos topamos con la realidad de perder años amando al hispanismo por nada .
Nadie procura fortalecer la investigación sea en Túnez país en vía del desarrollo o en España país prosperado y desarrollado .¡Qué pena !
El mejor remedio es hacer llegar nuestras palabras a los responsables ."Sahar Chaabane"
bien dicho Mohamed! Estoy totalmente de acuerdo contigo en que debemos cambiar la situación del investigador y del hispanista en general.
ResponderEliminarEs hora de cambiar de actitud porque la actitud es realemte la diferencia. Esa mayoría debe moverse, debe alzar su voz y romper el muro del miedo para que pueda conseguir lo siempre soñado: un hispanismo con dignidad.
Gracias mohamed por tomar la iniciativa de hablar de un tema que toca a todos los profesores de español en Túnez. Me ha gustado mucho lo que dices y veo también que está gustando a todos los amantes de la cultura española.
ResponderEliminar« queremos a España y queremos que España nos quiera »,desgraciadamente a causa de los obstáculos que pone la emabajada de España en Túnez sentimos que España no nos quiere y eso que somos (los profesores de la lengua española en el colegio o en la universidad) la principal fuente de la expansión de la cultura española en Túnez. Y lo hacemos por amor y no por obligación. Y cuando no te sientes querido o te sientes como un visitante pesado te va a afectar,pero eso no es el caso de los profesores de la lengua espanola en Tunez porque nuestro amor hacia todo lo que es español no tiene límites.
Yo he estado varias veces en España por turismo y no por investigación.Y no entiendo por qué se habla sólo de la investigación ,porque el hecho de ir a España y conocer todos los rincones de España es muy importante para hacer muy bien nuestro trabajo .
Siempre he viajado y he conseguido mi visado sin ningún problema y me daban un visado de más duración de lo que pedía,y me acuerdo que en 2008 me dieron un visado de un ano.
La pregunta ahora es : Quépasa ? Qué hemos hecho de mal ? .Parece que España ya no nos quiere más o nos está castigando por nuestra revolución(como dice mohamed) ;porque en marzo 2011 me dieron un visado de sólo 10 días que se acaba el dia de mi vuelta a Túnez . Así que imaginar si hubiera perdido el avión por lo que sea,no metería los pies ni en Espana ni en toda Europa. Y lo peor es presentarse el día siguiente a la embajada.Todo eso pasó después de unos días de la visita del SR Zapatero a Tunez.La verdad todo eso me dolió y me dio mucha rabia porque lo veo muy injusto ,pero nunca he dejado de querer a Espana.Por eso volví otra vez en julio 2011 y esa vez di todos los papeles que me habían pedido en marzo.
Lo siento colegas por hablar de mi experiencia personal con la embajada ,pero tenía que hacerlo para confirmar lo que dice mohamed .
Queremos a Espana y no dejaremos de querer a ese país,queremos que el número de los hablantes de la lengua de Cervantes en Tunez suba,queremos que los tunecinos escuchen música española,queremos que apoyen solo a deportistas españoles,queremos que vean cine español,queremos que lean más en español,queremos que la cultura española sea más presente en Túnez.
Y para ello queríamos un acceso mucho mas fácil a España porque como he dicho los profesores de la lengua española son la principal fuente de la expansión de la cultura española.
¡Hola! ¿Qué tal?
ResponderEliminarMe alegro de leer otro articulo tuyo porque sin lugar a duda lo que escribes contribuyó y seguirá contribuyendo en la promoción del hispanismo en general y en particular el hispanismo tunecino, también porque eres una persona de las que podemos aprender mucho.
Te agradezco lo aprendido así que esta iniciativa dada la urgente necesidad de denunciar lo que no es digno de nuestro estatus como estudiantes, profesores, investigadores o sencillamente como seres humanos y de defender nuestros legítimos derechos…
Invito a ver estos dos enlaces:
http://www.ucm.es/info/especulo/numero45/evonove.html
http://www.ucm.es/info/especulo/numero39/josemas.html
Souha Dkhil